La fotografía en blanco y negro
es muy atractiva. No cabe duda, con la facilidad que nos permite la tecnología
digital podemos decidir con un click si una foto la queremos a color o en
blanco y negro y vemos los resultados al instante. Esto es un gran avance. Y,
precisamente, por esta facilidad a veces perdemos la perspectiva.
Es decir, ¿por qué no hemos
decidido antes de realizar una foto si la íbamos a querer a color o en blanco y
negro? Esta decisión condiciona mucho los resultados así que ¿por qué dejarla
para el final, en el postprocesado? Por ello, vamos repasar consejos técnicos y
cómo sacarle partido a nuestra creatividad que nos ayudarán a conseguir mejores
resultados en blanco y negro.
1. Mirar en blanco y
negro
La decisión de tener o no una
fotografía en blanco y negro no debe dejarse al final, es algo que debemos
tener en cuenta antes de disparar. Así, trataremos el tema que vayamos a
capturar y cómo realizarlo de una forma concreta en busca de un resultado
adecuado para el blanco y negro.
Para ello nos ayuda mucho
nuestra cámara digital, ya que casi todos los modelos ofrecen la posibilidad de
realizar las imágenes monocromáticas y, más importante, poder visualizar en
nuestra pantalla o en el visor (si es electrónico) el mundo en escala de
grises. Esto nos resulta muy útil a la hora de la captura de nuestras
fotografías. Podemos obviar las distracciones que los colores nos ofrecen a la
hora de componer y así conseguimos encuadrar y centrarnos en el contraste, los
fondos y las texturas que queremos destacar.
2. Disparar en RAW,
disparar en RAW, disparar en RAW…
Lo hemos escuchado y leído
cientos de veces. Hay que disparar en RAW, el negativo digital que obtiene toda
la información que es capaz de captar el sensor de nuestra cámara digital. Y
esto, cuando se trata de fotografía en blanco y negro, es aún más importante.
Porque así evitamos que la cámara realice su “particular” interpretación de la
captura en blanco y negro en un archivo JPEG que no podemos volver a procesar a
nuestro gusto. Con el archivo RAW tenemos toda la información a color, con
mayor profundidad (16 bits) y con el software correspondiente convertiremos a
blanco y negro según nuestro criterio, gusto y total control.
Es importante señalizar que el
JPEG está más limitado en las imágenes con mucho contraste, ya que las
transiciones entre las altas luces y las sombras son más bruscas, además de su
limitación a la hora de reproducir las zonas más expuestas.
3. Olvida las
distracciones y refuerza la iluminación y la composición
Fotografiar en monocromo nos
será muy útil para mejorar la composición, enfocarnos en el motivo principal y
cuidar mucho los fondos y, sobre todo, la iluminación.
Una de las ventajas que nos
ofrece el blanco y negro es que restamos todas las distracciones que el color
tiene a la hora de componer y elegir la iluminación. De hecho, como ejercicio
técnico, fotografiar en duotono nos será muy útil para mejorar. Ya no tenemos
diferentes tipos de temperaturas de luz en una escena, todo se simplifica y es
más fácil enfocarse en lo más importante.
Además, nos ayuda a detectar con
más claridad la dirección de la luz, así como la cantidad de luces y sombras.
Algo esencial a la hora de jugar con el encuadre y la composición más adecuada.
4. Potenciar la
expresión
Con el blanco y negro
simplificamos y, por tanto, también es muy útil para potenciar la expresión.
Enfatizar la atmósfera de un paisaje o la mirada en un retrato resulta más
sencillo con el blanco y negro y es algo que podemos aprovechar para reforzar y
así los resultados serán mucho más personales y con gran potencia visual.
Sólo con el contraste podemos
lograr que una imagen sea melancólica, inquietante, misteriosa o incluso
surrealista. Así que aprovechemos para expresarnos en función del tema, motivo
y lo que queramos transmitir con la facilidad que nos otorga el blanco y negro.
5. Refuerza el
espacio negativo
El conocido como espacio
negativo no es otra cosa que la zona de un encuadre que no contiene nada
relevante, a menudo un fondo uniforme que sirve para reforzar el elemento
principal. Esto, en blanco y negro, es aún más fácil de resaltar y debemos
aprovecharlo. Reforzando el espacio negativo en una imagen monocromática
conseguimos eliminar distracciones, potenciar el motivo o sujeto principal y
darle mayor profundidad a la imagen.
6. El ruido digital:
que no te obsesione ni te limite
Una de las grandes obsesiones en
la fotografía digital es el ruido que ofrecen cuando se dispara en altas
sensibilidades o cuando se subexponen imágenes o zonas del encuadre. Esto en
blanco y negro también ocurre como es lógico y, hasta cierto punto, suele
quedar más acentuado. Pero con todo, si la imagen está bien expuesta y
acentuamos bien los contrastes entonces el ruido digital se tolera mucho mejor,
así que podemos aprovecharlo en nuestro beneficio.
El ruido puede ser un aliado y
no temamos utilizar altas sensibilidades, porque se asemeja más al grano de la
película y, por tanto, no siempre es algo negativo, ya que puede aportar
atmósfera e interés, algo importante más allá de la limitación de nitidez o del
rango dinámico, y, además, resulta mucho más fácil tratar ese ruido en el
postprocesado utilizando el software correspondiente.
7. Refuerza formas y
texturas
Uno de los temas que mejor se
reflejan en la fotografía de blanco y negro son sin duda las formas. Las
líneas, fotografías con patrones que llevan a puntos de fuga, simetrías e
imágenes geométricas, etc… son un gran reclamo para este tipo de instantáneas.
La falta de color hace introducirse mucho más a través de las guías y caminos
que se forman, seduciendo así más la mente de quienes las observan. Gracias a
los fuertes contrastes y al buen uso de la luz se puede conseguir que la mirada
del espectador fije un camino a seguir.
Del mismo modo ocurre con las
texturas, que no son fáciles de apreciar en color y que, en blanco y negro, al
simplificarlas se consiguen potenciar. Debemos cuidar bien la luz en cuanto a
su dirección para lograr unas texturas apropiadas y también en intensidad para
aumentarlas.
8. Retratos en
blanco y negro, un clásico que siempre funciona
De entre todos los géneros, el
retrato, además de ser un clásico, es de los más frecuentes en fotografía de
blanco y negro. Incluso hoy día, con la facilidad y matices que nos ofrece la
fotografía a color, un buen retrato consigue mejorar en blanco y negro. Porque
consigue subrayar la esencia de la mirada, de la persona retratada. De nuevo,
evitamos las distracciones del color, para conseguir retratos más profundos,
sinceros y donde la iluminación y la mirada son los elementos claves.
Para lograr buenos resultados en
retratos en blanco y negro solo hay que seguir el sentido común y la
experiencia: cuidar los fondos para reforzar el contraste, utilizar un valor
ISO lo más bajo posible, evita las luces fuertes (a no ser que deliberadamente
busquemos ese efecto) y concentrarse en las luces y las sombras y cómo afectan
a los rasgos del rostro y la mirada.
9. El postprocesado
en blanco y negro
Para terminar, una vez
tengamos nuestras imágenes concebidas y pensadas para ser monocromáticas, toca
el momento de editarlas y procesarlas. Aquí es clave que mantengamos la idea
inicial y no “juguemos” a convertir las imágenes con efectos excesivos. La
facilidad de lograr el blanco y negro con Lightroom o cualquier otro software
es tan alta que caer en la tentación de excederse es frecuente. Pero, en todo
momento, mantengamos nuestra idea inicial y seamos coherentes.
Y debemos tener claro que sólo
una buena captura será una buena fotografía en blanco y negro. Que la
conversión a monocromo no sirva para esconder defectos ni hacer más llamativa
una imagen mal compuesta o con errores de exposición. Procesemos las buenas y
veremos como el blanco y negro reforzará los resultados y no al contrario.
¿Qué software o plugin utilizar?
es cuestión de gustos o preferencias. Hay multitud de técnicas de conversión a
blanco y negro como la técnica de Greg Gorman y hasta trucos muy sencillos para
conseguir resultados de alto contraste. Hay que buscar la que mejor se adecue a
lo que buscamos y que no sea una distracción ni un impedimento para conseguir
nuestros mejores resultados.
Hay plugins estupendos como
Silver Efex Pro, Exposure 7 de Alien Skin o B&W Effects de Topaz Labs,
entre otros. Y, siempre, nos queda la excelente opción de Lightroom que posee
herramientas específicas conseguir buenos resultados.
Recuperado de: http://www.xataka.com/fotografia-y-video/tecnica-y-creatividad-para-amantes-de-la-fotografia-en-blanco-y-negro (5/11/15 a las 13:28)
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